UNA ACTITUD MENTAL POSITIVA TE PUEDE DAR EL CORAJE PARA INTENTARLO UNA VEZ MAS

Quiero contarte dos historias, de dos diferentes niños, que tenían diferente manera de pensar.

El primero es un niño llamado Juan de cuatro años de edad, se lamentaba un día: 
- No sé qué quiero ser cuando sea grande. No puedo ser policía porque no tengo zapatos lo suficientemente rápidos para agarrar a los criminales. No puedo ser bombero porque me quemaría. No puedo ser chofer de ambulancia porque no soy lo suficientemente fuerte para levantar la camilla. 
Su madre le dijo: 
- Bueno, Juan, quizás podrías ser maestro como tu abuelo.
¡Oh no! ¡No podría!
¿Por qué no?
¡No sabría que decir!

El segundo niño es David, y éste hablaba consigo mismo y  se pavoneaba en el jardín, con gorra de beisbolista, bate y bola. “Soy el mejor beisbolista del mundo”, decía orgullosamente. Luego lanzó al aire la bola, bateó, y falló. Serenamente, recogió la bola, la lanzó al aire, y dijo otra vez: “¡Soy el mejor beisbolista de todos los tiempos!” Bateó, y volvió a fallar.

Se detuvo un momento para examinar el bate y la bola. Luego, una vez más lanzó al aire la bola. “¡Soy el mejor jugador de béisbol que ha existido jamás!” bateó con fuerza y nuevamente falló. “¡Strike tres!”, gritó, y luego dijo: “¡Caramba! ¡Que gran pitcher soy yo!”

Amigo, el primer niño, Juan, pensaba que no podría ser nada, por el contrario David, pensaba; aún cuando no acertó ni una, que era el mejor beisbolista de todos los tiempos.

¿Tu, como quién eres? Te aconsejo ser como David. ¡No hay nada como una posición mental positiva! ¡Puede darte el coraje para intentarlo una vez más! Hoy puedes comenzar a pensar así, es tu decisión. ¡Hoy es tu mejor día y mañana será mucho mejor!