Sacude tu Destino

SACUDE TU DESTINO.jpg

¿Hasta qué punto sería doloroso el caerse del monte Everest? Es así como describió Lee Iacocca su destitución de la oficina “del tamaño de un apartamento de hotel” que ocupaba como presidente de la Ford Motor Company, para ir a parar a un escritorio de poca monta en un almacén de la compañía. Tenía toda clase de razones para rendirse. Tenía cincuenta y cuatro años de edad, poseía una seguridad financiera suficiente para retirarse, y estaba sin empleo por primera vez en su carrera de treinta dos años en la misma compañía. Lleno de rabia, resentimiento y humillación, Iacocca se enfrentó a la necesidad de tomar una decisión.

En su autobiografía el escribió:                                                                                                                     "Todos encontramos en la vida, momentos en los que surge algo constructivo en medio de la adversidad. Hay ocasiones en las que las cosas parecen estar mal que es preciso tomar el destino por los hombros y darle una buena sacudida. Estaba lleno de rabia y no me quedaba más que una solución: Podía volver la ira contra mi mismo, con resultados desastrosos, o bien podía dominar esa energía y utilizarla para hacer algo provechoso"

Lee Iacocca fue entonces a tratar de rescatar de la bancarrota a una de las principales fábricas de automóviles de los Estado Unidos, logrando pagar siete años antes de lo previsto una préstamo federal  sin precedentes por mil millones de dólares, y salvar así 600 mil empleos.

Amigo, ¿Has sacudido alguna vez tu propio destino por los hombros? Si no es así, puedes estar seguro de que el destino te sacudirá a tí.

La ira, la frustración y el resentimiento es pura energía. Tú puedes volver la ira y el resentimiento contra ti mismo con resultados desastrosos, o dominarlos y utilizar esa energía provechosamente a tu favor.

Haz como Lee Iacocca, sacude tu destino hoy, y comienza algo provechoso, porque ¡Hoy es tu mejor día y mañana será mucho mejor!

Toss your Destiny

How painful would it be to fall down from Mount Everest?  This was how Lee Iacocca felt when he was dismissed from his office. He said, “the size of a hotel apartment” that I occupy as President of Ford Motor Company, to end up sitting at a desk handling unimportant issues in a warehouse of a company. He had all types of reasons to give up. He was fifty four years old, he had enough money to retire, and he found himself without a job for the first time in his thirty year professional career at the same company. Full of rage, resentment and humiliation, Iacocca needed to make a decision.

In his autobiography he wrote:

"We all find in life, moments when something constructive arises in the middle of adversity. There are occasions when things seem to go wrong.  It is at this time when it is necessary to throw destiny off your shoulders and give it a good toss.  I was full of rage and I only had one solution I could take. I could turn the rage against myself- having disastrous results - or I could take that energy and use it to do something useful"

Lee Iacocca then decided to try to rescue one of the main car manufacturers in the United States from bankruptcy. He was able to pay back a billion-dollar federal loan seven years before the deadline. This was unprecedented! And he saved 600 thousand jobs.

Friend, have you ever tossed your destiny off your shoulder?  If not, you can be sure that your destiny will toss you off.

The rage, frustration and resentment are pure energy. You can turn the rage and the resentment against yourself with disastrous results, or dominate them and use that energy to your favor.

Do like Lee Iacocca, toss your destiny today and start something useful, because, Today is your best day and tomorrow will be even better!