LA VERDADERA SEMANA SANTA

Por siglos se celebra Semana Santa con tradiciones que muchas veces no ayudan ni edifican y  con el tiempo se ha convertido en una ocasión de descanso y diversión. Entonces ¿cómo celebrar Semana Santa?

En primer lugar, si no tienes la costumbre de orar, leer la Biblia, asistir a una iglesia o reflexionar en Dios y en Su Hijo Jesucristo, entonces estos días son muy buenos para que lo hagas. Tal ves te sientas hipócrita o con culpa por no hacerlo cada día y solo te acuerdas de Dios en fechas como estas. Algunos pastores y sacerdotes les gusta regañar a personas así, pero yo pienso que algo es mejor que nada. Qué dice el Señor: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)
Tal vez hombres te rechacen pero Cristo no. El está esperando que como el hijo pródigo pienses y reflexiones lo que te estas perdiendo en la casa de tu Padre.
Dios es Dios de aceptación, siempre estará dispuesto a recibirte, escucharte y responderte. “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37)

En segundo lugar, es un tiempo para entender el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo. Sacrificio significa: Abnegación, renuncia o privación que se hace en favor de algo o de alguien. Cristo sacrificó su vida terrenal en favor nuestro. El renunció y se privó voluntariamente de su condición divina y se hizo hombre para poder morir en lugar nuestro.  “2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él NUESTRAS enfermedades, y sufrió NUESTROS dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por NUESTRAS rebeliones, molido por NUESTROS pecados; el castigo de NUESTRA paz fue sobre él, y por su llaga fuimos NOSOTROS curados. 6 Todos NOSOTROS nos descarriamos como ovejas,e cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos NOSOTROS. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero;f y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías 53:2-7) Si, amigo y hermano, esta profecía sobre Jesucristo lo decía ya. El pagó por nosotros siendo flagelado, azotado, golpeado, torturado hasta que no se le podía reconocer, y finalmente crucificado y muerto allí en la cruz. Todo esto por ti y por mi. El tomó nuestro lugar y sufrió y murió por nosotros como sustituto por lo que justamente merecíamos. “Mas Dios muestra su amor para con NOSOTROS, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por NOSOTROS” (Romanos 5:8)

En tercer lugar, es un tiempo para arrepentirse y tomar una decisión firme en la vida. 
La Biblia nos enseña que “todos somos pecadores” (Romanos 3:23) Por lo tanto necesitamos volver a Dios y esto es básicamente lo que significa arrepentirse. Volver o devolverse en sentido contrario al que estamos yendo. ¿A donde estás yendo en tu vida? ¿a la perdición? ¿estas en malos caminos? ¿en el rumbo equivocado? 
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, VENGA A MI y beba” (Juan 7:37) Eso es, cambia la dirección de tus pasos. No sigas en el camino egoísta del placer y la vida sin sentido. Vuelve tus pasos a Dios, eso es arrepentirse: volver. Como el hijo pródigo, volvió a la casa de su padre. Este es una acto voluntario como resultado de ver nuestra condición lejos de Dios y viviendo mal.

Si quieres tomar esta decisión en este momento, por favor has la siguiente oración: “Padre celestial, vengo a ti en este momento en arrepentimiento, con dolor por haber pecado y vivir lejos de ti, viviendo solo para mi. Te pido perdón de todos mis pecados y te pido que me aceptes otra ves en tus brazos. Gracias por tu Hijo Jesucristo que murió en mi lugar. Gracias porque se que me perdonas y me recibes. Ayúdame a vivir para ti y serte fiel el resto de mi vida. En el Nombre de Jesús. Amén

Amigo, esto es celebrar la Semana Santa. Si hiciste esta oración ponte en contacto conmigo, te ayudaremos en tu nueva vida en Cristo.

Pastor, Eduardo Julca
ejulca@aol.com