Dice un proverbio chino: “Excava el pozo antes de que tengas sed”. Uno de los asuntos en los que mas fallamos es que queremos avanzar en la vida y tener éxito pero no nos preparamos para ello.
La preparación es muy importante pero tanto o mas importante es cuando debemos prepararnos. La pregunta no es si debemos o no prepararnos, si no ¿cuando es el momento apropiado de hacerlo?
Lamentablemente queremos un éxito indoloro, que no nos cueste o que nos cueste poco. Deseamos buenas calificaciones sin estudiar, un buen cuerpo sin hacer ejercicios, buena salud sin una disciplina de buena alimentación, saber tocar un instrumento o cantar sin una rigurosa disciplina de prácticas, tener dinero sin trabajar, saber sin leer. No existe el éxito sin dolor, sin preparación.
Siempre estamos en busca de aquella apreciada y soñada: “oportunidad en la vida” pero ¿estamos preparándonos mientras llega? o estamos simplemente apoltronados, sentados ¿esperándola?
Dios es Dios de oportunidades, constantemente está buscando formas de bendecirnos abriéndonos puertas a nuevas oportunidades y quiere que aprovechemos al máximo cada una de ellas. En Apocalipsis 3:18 dice: “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”. Las puertas abiertas siempre son símbolo universal de las oportunidades que tenemos en la vida. Dios tiene oportunidades delante de nosotros, pero solo entrará el que “ha guardado Su Palabra”, en otras palabras, el que se ha preparado con anticipación guardando Su Palabra.
Así que la preparación es la clave para el aprovechamiento de las oportunidades. Sin preparación nunca podrás emplear al máximo tu potencial.
Aquí unas ideas simples pero funcionales que te pueden ayudar para salir de este circulo de inactividad:
1. Sacúdete de esta enfermedad del ocio y ponte hacer algo. Lee, estudia, investiga, pregunta, ve a la biblioteca. Termina la escuela, termina la tesis.
2. Haz un plan de actividad. Desarrolla un sistema de metas, mantén un calendario.
3. Fuerza de voluntad. Enciende tu capacidad de decidir. Usa tu voluntad para hacer que las cosas sucedan y determina que lo harás.
4. Ora a Dios. No permitas que las circunstancias adversas te desanimen y cierren las puertas de las oportunidades de Dios. Ora al Padre y El te ayudará a ver las circunstancias adversas como aliadas. “…todas las cosas les ayudan a bien…” Romanos 8:28
El propósito de las oportunidades es para comenzar de nuevo. Dios nos da un nuevo año, es una oportunidad mas para comenzar de nuevo. Deja atrás el año viejo y enfócate en el nuevo. “13 …olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13, 14
No pienses mas en las oportunidades que no fueron el año pasado, piensa en las que si serán este nuevo año. Para recibir lo nuevo de parte de Dios debes prepararte.
Dios nos muestra su amor y su misericordia dándonos nuevas oportunidades. Nuestra responsabilidad es estar preparados para cuando éstas lleguen. Decidamos seguir preparándonos para enfrentar los nuevos desafíos que traerá este nuevo año. Que no te agarren desprevenido sino preparado.
Dios te bendiga cada día del año 2014!!!