Quizá hayas oído el cuento del cerdo y la gallina. Los dos animales caminaban uno al lado del otro por un camino rural, cuando vieron un anuncio sobre el tablero de una pequeña iglesia, que decía: “Desayuno con jamón y huevos, este domingo, a las siete de la mañana. Todos están invitados”.
Entonces el cerdo se volvió a la gallina y le dijo: “¡Mira lo que dice ahí! Para ti no es más que un día de trabajo; pero en mi caso, se trata de una entrega total”.
Amigo, la posición del cerdo, es la consagración, es la entrega total a una causa. Esta es una posición sacrificada.
En una amistad, la entrega, es sin duda el tesoro más precioso. Igual en el trabajo, la música, el estudio, o en la familia, que tal vez es el lugar donde, el sacrificio la entrega y la consagración, es más requerido.
Hay dos tipos de personas en la vida, los primeros son aquellos, como la gallina, que solo dan un día de trabajo. Los segundos son los que dan toda su vida.
Los primeros no logran prosperar, están aquí y allá, pero los que determinan consagrar su vida a la familia, llegan a tener una familia fuerte, vienen los problemas y no se desintegran. Los que se consagran al trabajo y crecen junto con la empresa, son reconocidos, promovidos e imitados.
Amigo, una entrega total es necesario para llegar a nuestras metas. ¿Estás listo para una vida de sacrificios que te traerá grandes recompensas? ¿A qué te entregas tu? ¿Hay algo que tenga verdadera importancia para ti, por lo cual vivir?.
Encuentra eso importante y entrégate de lleno, esta llave podrá abrirte las puertas hacia nuevos campos amplios de realizaciones personales y triunfos gloriosos en la vida.
¡Hoy es tu mejor día y mañana será mucho mejor!